Hay veces que me siento como un imbécil, aunque esta fue una de las que coraje me dio y la que me hizo replantearme hasta que punto merece la pena no cobrar por las fotos publicadas pensando en el “beneficio” de que mi nombre salga en esas páginas.
Fue hace como un año, una buena amiga (que lo sigue siendo y a quien no culpo de nada, que conste) me llama por que hay una revista interesada en unas fotos que la había hecho unos meses antes y en hacernos una entrevista sobre la fotografía erótica, pero enfocándola desde el aspecto artístico, evidentemente no pagan, pero bueno, al fin y al cabo hablaran de nosotros y servirá de promoción en una revista de tirada nacional, que no está nada mal, así que aceptamos.
El redactor nos manda la entrevista, se la devolvemos contestada y antes de publicarla nos envía el texto para ver que estamos conformes, desde luego eso es algo que se agradece, además, tampoco tenía nada que objetar a lo escrito, así que me quedo deseando que salga la revista para ver el resultado.
La sorpresa me llevo cuando por fin la compro, busco el reportaje y me llevo varias sorpresas, la primera al ver que la impresión no es demasiado buena, la segunda cuando veo que los nombres de la modelo y el mío los ponen en la foto, pero apenas se ven ya que salen bastante empastados.
Si solo fuese eso no me quejaría, aunque tampoco me quedaría contento, pero lo que realmente me hizo sentirme utilizado fue que, dentro del reportaje resaltan un anexo, el cual ocupa una columna, hablando de otro fotógrafo con su nombre en el titulo y su correo electrónico abriendo el texto, vamos, que gracias a nuestra colaboración y nuestras fotos tienen un articulo de 6 páginas, pero nuestros nombres quedan totalmente eclipsados por el del otro fotógrafo que nada tiene que ver con el articulo, salvo que también hace fotografía con cierta carga erótica.
Así que como para seguir colaborando “por amor al arte” con revistas que tan solo tienen interés en conseguir buen material gratis y que encima ni siquiera me van ha agradecer mi trabajo.
Antonio Graell (febrero 2011)
Antonio Graell. (Madrid, 1962). Dotado de una técnica depurada, ambicioso en sus conceptos estéticos y arriesgado en sus contenidos, ha construido una obra sólida y consistente en el mundo de la fotografía erótica, fetichista y de glamour. (más info) (trayectoria). J.M.Ponce.