Parece mentira que, con todo el movimiento que hay desde la SGAE, la industria del cine y las discográficas en “proteger” los derechos de los autores, nadie parece preocuparse demasiado de los derechos de los fotógrafos.
Digo esto por un par de episodios que me han sucedido en los últimos meses, en ambos casos existía la posibilidad de que mi trabajo saliese publicado en sendas revistas de primera línea, una nacional y otra americana para la edición española, en las dos ocasiones fueron las revistas quienes se interesaron en publicar mis fotos, pero en las dos ocasiones “no había presupuesto” para pagar mi “colaboración”, me tenía que considerar pagado con el “reconocimiento de autoria”, evidentemente me negué y las fotos no salieron publicadas.
La verdad, no hace mucho tiempo habría aceptado por el mero hecho de poder incluir el nombre de dichas revistas en mi currículo, pero a día de hoy me niego a regalar mi trabajo, por mucha “promoción” que pueda suponer salir en tal ó cual revista, tal y como funcionan las cosas hoy en día, eso es algo que pasará desapercibido, por otra parte, no me parece decente que, si hay una revista que me paga por publicar mis fotos y artículos todos los meses, yo regale lo mismo a otra que no le interesa mi colaboración más que de manera puntual para ilustrar ó mejorar el aspecto gráfico de un reportaje que les ha llegado por otro lado, creo que es una falta de respeto hacia quienes dirigen esa revista con la que llevo casi diez años colaborando y me paga religiosamente por ello todos los meses.
Reconozco que con muchas de mis modelos he trabajado en plan trueque, lo que se suele llamar TFP ó TFCD, pero también he sido el primero que, cuando ese trabajo se ha hecho con la seguridad de que generaría un beneficio económico ó bien le ha generado posteriormente, he pagado un porcentaje a la modelo y sinceramente, me parece poco ético que una revista pretenda publicar el trabajo de nadie “por la cara”, eso si, bien que pagan a quien sale contando las miserias de su vida ó la de sus familiares y amigos.
Otra cosa que me ha indignado es el enterarme que, una agencia de imágenes cuyo funcionamiento se basa en la Red y en cierta plataforma creada para compartir imágenes, se queda con el 80% de lo pague el cliente final por la imagen, directamente me parece un robo, por que encima el contrato es durante dos años y en exclusiva.
Se que hay muchos fotógrafos que tienen un trabajo del cual viven, sus fotos las hacen más por placer y/o afición, que tienen sus fotos en esa agencia ó en otras similares, en gran medida por que cualquier dinero que generen es beneficio, pero parece ser que nadie considera que esa actitud es nefasta para los fotógrafos y me refiero a la actitud de esas agencias que pagan al fotógrafo unas migajas ó esas revistas que pretenden nutrirse de material a cambio de poner tu nombre en el reportaje.
Por mi parte, después de lo que me sucedió hace un tiempo, decidí que mi trabajo tiene un valor y si una revista que se vende en los quioscos, que cobra la publicidad que sale en sus páginas y que genera unos beneficios para sus editores, quiere publicar mis fotografías, que paguen, y tampoco se trata de que paguen una millonada, pero si una remuneración más ó menos justa.
Antonio Graell. (Madrid, 1962). Dotado de una técnica depurada, ambicioso en sus conceptos estéticos y arriesgado en sus contenidos, ha construido una obra sólida y consistente en el mundo de la fotografía erótica, fetichista y de glamour. (más info) (trayectoria). J.M.Ponce.