El otro día compartí por Facebook la información de que la empresa ON1 regalaba su programa “Perfect Effects 9″ totalmente operativo y sin restricciones en cuanto a su tiempo de utilización, esto es algo que ya ha realizado en otras ocasiones con otras versiones anteriores del programa y personalmente me parece algo estupendo.
Uno de los comentarios que dejó una amiga hacía referencia a que ella no usaba esos programas por que sus manipulaciones las hacía a mano, lo cual no me sorprende en absoluto ya que su trabajo desde el inicio de su carrera, ya hace varias décadas, ha sido así. Esto me hizo reflexionar que a mi, en el fondo, me pasa algo parecido, a pesar de que en mi caso nunca he sido muy dado a manipular mi trabajo.
Reconozco que dar el paso de trabajar con analógico a digital me facilitó ciertas cosas y sobre todo me dio la posibilidad de trabajar en color de una manera muy parecida a como lo hacía en B/N, especialmente por la facilidad que representa trabajar el color digitalmente, en todos sus aspectos, frente a lo complicado y crítico que es hacerlo en un cuarto oscuro de manera manual (ver nota al final), pero por más que pruebo este tipo de programas, aunque veo trabajos de otros colegas ó simplemente los acabados promocionales de los programas y me gustan los resultados, nunca termino de sentirme cómodo cuando lo aplico a mi trabajo.
Por supuesto es algo totalmente personal y más relacionado con una sensación interna que con el resultado visual de la imagen, es como si, al usar esos recursos, estuviese cogiendo el camino fácil para ponerme “a la moda”, pero también me hace sentir que usarles es lo mismo que admitir que no he sido capaz de hacer una buena foto. Tal vez todos esos sentimientos y sensaciones tengan más que ver con la necesidad de que mi trabajo realmente se conecte con mi corazón, con mi alma, con mi honestidad y no tanto con mi cerebro y sus razonamientos “comerciales”.
Pero esto me pasa incluso con programas que “imitan” el acabado de películas analógicas ya inexistentes, no he sido capaz de encontrar un proceso digital que me complazca a la hora de realizar fotografía en B/N de manera natural y supongo que, si en algún momento vuelvo a pensar en B/N, será el momento en el que me plantee desempolvar mi vieja Nikon FM y vuelva a sentir el placer de usar mi dedo pulgar para mover esos engranajes que arrastran la película y cargan el obturador.
Antonio Graell
(Nota)
Para quien no lo sepa, cuando se realiza una copia en color de manera analógica, hay que filtrar para quitar las dominantes, pero si aumentas ó reduces la densidad de estos filtros has de compensar la exposición, pero si varías el tiempo de exposición también afectaría al filtraje, con lo que has de jugar variando la apertura del diafragma y todo ello sin olvidarte que los químicos tienen una oxidación muy rápida, una temperatura de trabajo extremadamente crítica y una variación en el tiempo de revelado también afecta al acabado final de manera notable.
Antonio Graell. (Madrid, 1962). Dotado de una técnica depurada, ambicioso en sus conceptos estéticos y arriesgado en sus contenidos, ha construido una obra sólida y consistente en el mundo de la fotografía erótica, fetichista y de glamour. (más info) (trayectoria). J.M.Ponce.